Kathleen McChesney: Testimonio sobre su investigación
Testimonio de la Sra. Kathleen McChesney, ex miembro del FBI y responsable de la investigación, con referencia al Informe presentado sobre abusos cometidos en el Sodalicio de Vida Cristiana:
En marzo de 2016 nos pidieron, al sr. Ian Elliott, a la Dra. Mónica Applewhite y a mí, que realizáramos una revisión de las denuncias de abuso dentro del Sodalicio. Hemos realizado ese trabajo durante un período de 12 meses y hemos terminado ese trabajo. Hemos completado un informe que está en dos partes, la primera tiene que ver con abusos sexuales y otros abusos cometidos por Luis Fernando Figari y la segunda parte del informe tiene que ver con otros abusos cometidos por otros sodálites que abarcan un período de tiempo desde 1971 hasta los últimos años.
Encontramos a través de nuestra revisión que un número de sodálites había cometido actos de abuso, abuso sexual, abuso físico, abuso psicológico, así como manipulación sexual de otros. Algunas de las víctimas de abuso fueron, por desgracia, menores de edad, hubo por lo menos cinco sodálites, entre ellos Luis Fernando Figari, que abusaron de menores. Hubo varios hombres que abusaron sexualmente de adultos también y los detalles del número de personas abusadas y el número de abusadores se encuentran en nuestros informes.
Para llevar a cabo la revisión se entrevistó a más de 245 personas que incluyeron víctimas de abuso, testigos de abuso y acusados. Examinamos una amplia variedad de documentos, registros que nos proporcionó el Sodalicio, documentos de recursos abiertos y otros registros relacionados con los sodálites o cualquier acto de abuso que pudiéramos encontrar. Revisamos las diferentes respuestas que el Sodalicio había tenido hacia las denuncias en el transcurso del tiempo. Algunas de esas respuestas fueron muy buenas y apropiadas y algunas víctimas recibieron atención y asistencia pastoral. Pero en otras ocasiones el Sodalicio no respondió tan bien como debería. Fueron tiempos en que las víctimas no fueron tratadas con amabilidad, donde sus denuncias fueron denegadas.
Los abusos psicológicos continuaron hasta los años 2000, los abusos sexuales terminaron probablemente en el año 2000. La razón por la que no podemos decirles una fecha exacta es porque los recuerdos de las personas se desvanecen, pero sabemos que el año aproximado en que terminaron los abusos sexuales fue alrededor del año 2000. También nos pidieron revisar las denuncias de que algunas de las personas que habían abusado sexualmente de menores habían colaborado o tenían algún tipo de conspiración. Encontramos que cada uno de los ofensores que abusaron de menores lo hizo de manera individual sin ningún tipo de colaboración o esfuerzo conspiratorio con otras personas. Todos los actos de abuso con menores se hicieron entre un ofensor y un menor. También examinamos las denuncias de abuso psicológico y físico, y muchos de ellas ocurrieron dentro del sistema de formación y dentro de lo que se denomina una experiencia comunitaria.
Aunque hemos empezado a trabajar con el Sodalicio en marzo del 2016, en los últimos 5 años o así, el Sodalicio ha estado asistiendo a las víctimas de una manera más estructurada en el pasado. Las personas recibieron ayuda y recientemente con el inicio de la Oficina de Asistencia y Reparaciones, varias víctimas han recibido asistencia pastoral, ayuda psicológica y compensación por el daño que se les ha hecho.
En noviembre del 2015 el Sodalicio incluyó la asistencia de 5 prominentes profesionales aquí en Lima, para establecer una comisión de Ética y Reconciliación. El propósito de la comisión era recibir denuncias de abusos de personas, dentro del Sodalicio o fuera del Sodalicio, quienes creen que han sido abusados. Después de que la comisión escuchó de varias personas presentaron 32 declaraciones al Sodalicio. Cada una de esas víctimas fue contactada por un miembro de nuestro equipo de revisión y escuchamos sus historias. Además escuchamos las historias de muchas otras personas que habían sido víctimas.
Después de eso hubo reparación, se hicieron las disculpas, se prestó asistencia y ese trabajo continúa. Lo que creo es importante que la gente sepa en este momento es que el trabajo para ayudar a las víctimas sigue, es decir, si alguien que oye este video ha sido víctima de abuso por un sodálite y no se ha presentado, se les pide que se presenten, obtengan la ayuda que puedan necesitar, o simplemente contar su historia. Esas visitas son confidenciales pero se continuarán. El Sodalicio estará abierto a recibir información nueva en los próximos años. Muchas veces una persona necesita que pasen muchos años para venir a hablar de su abuso, si se presenta en absoluto. Es una cosa muy difícil para algunas personas poder hacerlo y eso se entiende. Pero cuando la gente se presenta, podría ayudar a la persona y sin duda puede ayudar a la organización a cambiar y hacer las cosas mejor para prevenir el abuso en el futuro.
También es importante el hecho de que cuando la gente se presente y cuente lo que les ha ocurrido, les ayudará a obtener justicia, ayudará a encontrar responsabilidad y reconocimiento por parte del ofensor. Cualquier ofensor que ha abusado de un niño debe ser responsabilizado. A veces eso no es fácil porque las víctimas reportan el abuso años después de que el abuso ha ocurrido. Y cuando eso sucede, a veces las leyes canónicas de la Iglesia o las leyes civiles del lugar donde ocurrió impiden la presentación de cargos. Por lo tanto, es mejor si la gente reporta temprano, pero es comprensible por qué no lo hacen.
Buscamos formas de ayudar al Sodalicio en el futuro, proporcionando una serie de recomendaciones que también se incluyen en el informe. Esas recomendaciones incluyen maneras de responder más eficazmente a las víctimas de abuso, proporcionándoles la atención pastoral adecuada, la ayuda psicológica, la asistencia médica o cualquier otra necesidad particular que pueda tener la víctima. Hicimos recomendaciones para la prevención del abuso, maneras en que la comunidad podía asegurar que sus miembros estuvieran sanos, que no tuvieran problemas que los llevarían a abusar de otra persona, que no violarían los límites y asegurarse de que la comunidad tenga códigos de conducta que se aplican y que todo el mundo entiende.
Hemos hecho recomendaciones para capacitación adicional; ya se ha recibido alguna capacitación en el último año sobre el conocimiento del abuso que es una parte importante de la prevención. Uno de los aspectos más importantes de nuestro trabajo fue asegurarnos de que dentro del Sodalicio había un ambiente seguro para las personas que participan en sus ministerios. Para ello, un aspecto importante es asegurarse de que todos estén conscientes de lo que es el abuso sexual y de dónde pueden ir para denunciar un abuso o resolver un problema con alguien que está en una posición superior a ellos o un adulto si la persona es un niño.
Por eso nuestra primera prioridad fue buscar e identificar a las personas que habían abusado sexualmente de menores. Como ya he indicado, no hay individuos en el Sodalicio que hayan abusado sexualmente de menores de edad, con la excepción de Luis Fernando Figari que ha sido separado de la comunidad.
En el pasado el Sodalicio no hizo todo lo que pudo para ayudar a las víctimas, a veces las víctimas fueron acusadas de mentir o fueron maltratadas por otros miembros del Sodalicio después de que se presentaron con una acusación.
Es muy importante que cualquier organización que tenga problemas como el abuso, sea lo más transparente posible sobre lo que sucedió y lo que van a hacer para asegurarse de que no vuelva a suceder. Con ese fin, la prevención ha sido otra de nuestras prioridades al proporcionar recomendaciones al Sodalicio que podrían ayudarles en el futuro a convertirse en una mejor comunidad y más segura.
La Dra. Kathleen McChesney es CEO de Kinsale Management Consulting, organización que provee servicios de consultoría en las áreas de seguridad y prevención de abuso para empresas y ONGs. Es miembro de diversos comités consultivos sobre protección a menores de diversas organizaciones católicas y seculares en los Estados Unidos. La Dra. McChesney ha ocupado importantes puestos de liderazgo como agente del Federal Bureau of Investigations – FBI y la Conferencia Episcopal Estadounidense (USCCB), además de investigar la crisis de abusos en la Iglesia Católica.