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Compartiendo la misión evangelizadora en Argentina

Para compartir la vida de fe con los habitantes y colaborar con la misión evangelizadora de la Parroquia Santiago Apóstol, 100 jóvenes escolares y universitarios miembros del Movimiento de Vida Cristiana (MVC) en Argentina participaron de un viaje de misiones en la localidad de Baradero, Provincia de Buenos Aires, durante los días del 24 al 30 de julio.

Acompañados por nuestros hermanos de la comunidad sodálite Nuestra Señora del Pilar, los misioneros recorrieron Baradero visitando familias en sus casas, realizando talleres con jóvenes y niños, invitándolos a participar de la Eucaristía y dando la Comunión a los enfermos en sus visitas al hospital local.

Jóvenes misioneros compartiendo un momento musical en la Parroquia Santiago Apóstol

Asimismo, los voluntarios realizaron actividades para su formación y crecimiento espiritual como oración bíblica en las mañanas, charlas de formación, adoración eucarística, actividades de integración y diálogos en los que pudieron compartir sus experiencias durante estas misiones.

Cabe destacar que en los días de estas misiones se celebraban también las fiestas patronales por Santiago Apóstol, lo cual les permitió asistir en las actividades parroquiales durante esos días tan significativos para la localidad.

Nuestro hermano Rudolf Haid junto a algunos de los misioneros

«La experiencia de esta misión fue increíble y pude conocer gente muy linda», nos cuenta Lucía Rodríguez, misionera de 17 años, destaca «la alegría que había en todas las personas y en cada momento; a pesar de que tuvimos algunas pequeñas dificultades, todos supimos sacarle el lado bueno y eso lo hizo todo muy fácil. Me llevo esa alegría y tranquilidad».

Salvador Figueroa, de 19 años, nos cuenta que estas misiones «fueron algo especial para mi. Luego de estar un par de años sin poder misionar, esto fue el amor que necesitaba para mí y para darlo a los demás y espero que esta labor dejará frutos en cada uno al que Dios haya tocado en su corazón por medio de nosotros o incluso entre nosotros mismos».

Nuestro hermano el P. Jaime Gómez llevando la Sagrada Comunión

Malena Pereyra, misionera de 20 años de edad, destaca que «guardo en mi corazón cada momento de oración, de compartir, de visitar las casas. En cada momento se sentía la ternura de Dios Padre que inundaba nuestros corazones de su amor y nos llevaba a los lugares que necesitábamos estar. Conocimos tantos hijos de Dios inundados de fe que nos misionaron a nosotros, otros muy dolidos y solos que sintieron el consuelo de Dios a través de nosotros. Qué tesoro llevar la palabra de Dios a tanta gente y llenarlos de su vida y su paz».

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