“El sí de María me dice muchísimo de cómo quiero que sea mi sacerdocio”
Acompañado por su familia, sus hermanos sodálites y emevecistas de Costa Rica, nuestro hermano Kenneth Pierce Balbuena fue ordenado sacerdote por Mons. Vittorino Girardi, Obispo emérito de Tilarán-Liberia, el pasado 24 de marzo, en el Santuario Nacional al Sagrado Corazón de Jesús – Templo votivo (San José de Costa Rica)
Para el P. Kenneth significa mucho que haya sido ordenado sacerdote en la Víspera de la Solemnidad de la Anunciación Encarnación: “Aparte de ser una fecha mariana, que es una bendición en sí, el sí de Santa María me dice muchísimo de cómo quisiera que sea mi vida como sacerdote: Poder estar disponible y hacer presente a Jesús en medio del mundo”.
“Siempre empezamos el día con la Adoración Eucarística, y creo que eso fue lo que más me ayudó. La verdad estaba con mucha paz. En un sentido es imposible estar bien preparado, así que todo es gracia, y eso me dejaba muy tranquilo”.
Faltando pocas horas para el gran momento con el Señor Jesús, nuestro hermano Kenneth nos contó: “sabía que solo tenía una cosa de qué preocuparme, que era vivir y rezar la ceremonia”.
¿Cómo vivió interiormente su ordenación sacerdotal?
Luego de mirar las fotos de la ordenación (Ver galería) puede surgir la pregunta ¿cómo vivió interiormente esta experiencia? Y al hablarnos del día de su ordenación sacerdotal nos cuenta que “por momentos mucha intensidad en las emociones, pero más que eso, por debajo de esa intensidad, la paz y la alegría de poder servir a Dios como sacerdote”.
También recuerda que al sentirse tan acompañado por mucha gente, pensaba en el deseo de poder servir a esas personas como sacerdote.
“Estaba muy atento a las palabras, intentando comprender el significado de todo lo que se decía, intentando estar consciente de lo que sabía estaba ocurriendo en ese momento. Me sentía muy agradecido con Dios, renovándole el deseo de servirlo, de darme todo a los demás” nos cuenta el P. Kenneth.
“Por otro lado, con la conciencia de que era algo absolutamente inmerecido, pero bueno, Dios sabe a quién elige. Estaba rezando mucho durante toda la ordenación, procurando ofrecerle a Dios: mi disponibilidad y mayor apertura posible a la gracia”.
El P. Kenneth nos ha compartido que continuará con su apostolado en el Movimiento de Vida Cristiana en San José de Costa Rica, acompañando a sus miembros ahora como sacerdote, sobre todo con la celebración de la Misa y el sacramento de la confesión, como dice él: “en un sentido es similar, y en otro ¡muy distinto!”.