«Consagrarse como sodálite significa sentirse llamado por Dios a transformar con fuerza nuestro mundo»
Plena Disponibilidad Apostólica de Raimundo Langevin
En un ambiente de agradecimiento profundo a Dios, nuestro hermano Raimundo Langevin realizó sus compromisos de Plena Disponibilidad Apostólica en una Santa Misa presidida por Mons. Pedro Salamanca Mantilla, Obispo Auxiliar de Bogotá, el pasado 18 de septiembre en la capilla del Convento Santo Domingo de Guzmán.
En la Eucaristía estuvieron presentes Alberto Posada, Superior de la Región Colombia, Jorge Luna, Superior de la Región Perú, hermanos de las comunidades sodálites en Colombia y los padres de Raimundo. También acompañaron en la Santa Misa diversos miembros del Movimiento de Vida Cristiana en Bogotá y de las diferentes asociaciones de la familia espiritual en dicha ciudad.

Alberto Posada, Superior de la Región Colombia; Mons. Pedro Salamanca, Obispo Auxiliar de Bogotá y Raimundo Langevin
Ser llamado por Dios
Durante la homilía, Mons. Salamanca recordó a los presentes que «la historia de una vocación es siempre una historia de amor. En esa historia Dios toma la iniciativa. Quien es llamado descubre poco a poco a lo largo de su existencia la realidad maravillosa y fascinante del amor de Dios. Esa es la experiencia fundamental que nos permite comprender por qué un joven como Raimundo decide dejarlo todo para dedicarse a anunciar a Jesucristo, para predicar el amor de Dios. La experiencia vivida de ese amor es reconocida como lo único que realmente llena y satisface el corazón humano».
Mons. Salamanca mencionó la necesidad de reconciliación que se experimenta en el mundo. «Consagrarse entonces como sodálite significa sentirse llamado por Dios a transformar con fuerza nuestro mundo. Sabemos que nuestro mundo está profundamente fracturado, fragmentado, necesitado de reconciliación. Es necesario que haya personas que estén dispuestas a entregar enteramente su vida a la obra de la reconciliación».
Responder juntos al llamado de Dios
Más adelante, el obispo celebrante le recordó a Raimundo que, «no estás solo, la Santísima Virgen María te va acompañar. Podrás apoyar tu ‘sí’ humano lleno de ilusión pero también frágil en el ‘sí’ potente, poderoso, siempre fiel de la Santísima Virgen María. No solamente podrás apoyarte en Ella, podrás apoyarte en la comunidad de toda la Iglesia, en la fe de todos nosotros».
Finalizada la Santa Misa, Raimundo se dirigió a los asistentes. Agradeciendo a Mons. Salamanca, a los sacerdotes concelebrantes, a su familia y sus hermanos sodálites presentes, destacó que «aunque gran parte de mis familiares no pudieron estar presentes hoy, no dejo de sentir el calor del hogar que es la Iglesia y que es también mi familia espiritual, que son cada uno de ustedes».
Añadió que «mi llamado sólo tiene sentido si es que hay personas a quienes anunciar y adquiere mayor sentido aún si es que esas personas —hijos de Dios— acogen con confianza esa Presencia y la multiplican. Como la primera comunidad cristiana, avanzamos juntos con un objetivo común: anunciar al mundo que el que había muerto, ha resucitado y nos ha dado plenitud de Vida, su misma vida: nos llama a ser santos».
Aquí compartimos algunas fotografías de la Santa Misa.
Agradecemos y contamos con sus oraciones por la fidelidad y apostolado de Raimundo.
Raimundo, de nacionalidad chilena, es miembro del Sodalicio de Vida Cristiana desde 2008. Desde entonces, nuestro hermano se ha desempeñado en el trabajo apostólico que realizan el Sodalicio de Vida Cristiana y el Movimiento de Vida Cristiana en Bogotá, especialmente con los más jóvenes.