Navidad familiar en Arequipa: Vivieron una noche especial a puertas del nacimiento de Jesús
«Alegrémonos juntos, porque nadie podrá apagar nunca esta luz, la luz de Jesús, que desde esta noche resplandece en el mundo», dijo el Papa Francisco en la Misa de Noche Buena (2021). Es lo que vivieron familias, jóvenes y nuestros hermanos de la ciudad blanca, al sur del Perú, reunidos en nuestra comunidad sodálite para celebrar la Navidad, en la víspera del 24 de diciembre.
Para la familia Portugal Begazo, este momento organizado por el Movimiento de Vida Cristiana, sirvió para «acrecentar el deseo de seguir cuidando el corazón en gracia para el nacimiento del niño Dios en nuestros corazones».
Un niño Jesús de plastilina
La celebración comenzó con una oración en comunidad y luego se propuso a los participantes crear un pesebre con diversos materiales repartidos.
Los pequeños detalles son parte del lenguaje de Dios. Así es como armar un pequeño pesebre en familia enriqueció la experiencia de los Portugal Begazo acrecentando el deseo de cuidar su corazón para el nacimiento del niño Dios.
Gonzalo Portugal y Claudia Begazo, integrantes del grupo que resultó ganador en el concurso de Pesebres, relataron cómo vivieron ese momento junto a sus hijas Estefanía y Rafaela.
«Teníamos que armar un pesebre en grupo de cinco personas, con materiales que nos presentaron a escoger. Al ser solo cuatro, invitamos a integrar a nuestra familia por esa noche a una joven, que muy gustosa aceptó».
«Elegimos la plastilina como material principal, modelamos cada personaje, recreamos el pequeño establo a creatividad de todo el grupo y fue presentado por nuestras hijas, la experiencia fue significativa para cada uno de nosotros ya que estuvo plasmada de emoción, creatividad, alegría, fraternidad», relatan Gonzalo y Claudia.
«No queríamos que se acabara»
En otro momento la celebración navideña se llenó de alegría en el momento de la presentación de los villancicos. Quienes han vivido un momento como ese, cantando a viva voz y acompañando con palmas, podrán imaginarse cómo vivieron esa ocasión los niños junto a sus papás, jóvenes y sodálites.
La música está muy presente en el apostolado del Sodalicio, «la música tiene la potencia de impulsarnos al encuentro y la fidelidad con el Señor Jesús», recuerda en una entrevista nuestro hermano José Antonio Dávila, autor de Testigos.
«Esa noche de villancicos, que por cierto no queríamos que se acabara y pedíamos más canciones, nos recordó que como familia en el hogar no debemos olvidar adorar al rey recién nacido que vino con humildad y por nosotros» comentó Gonzalo.