Obispos acompañan celebraciones por los 51 años de fundación del Sodalicio
Con profunda alegría y esperanza, celebramos en las diferentes ciudades y los nueve países donde nos encontramos, misas de acción de gracias por el 51 aniversario de fundación del Sodalicio de Vida Cristiana el pasado 8 de diciembre, Solemnidad de la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María. Nuestra familia espiritual se ha hecho presente en estas celebraciones para dar gracias a Dios por el don de nuestro carisma y espiritualidad.
Tuvimos la bendición de que algunos obispos nos acompañaron en la celebraciones de las Misas a los cuales agradecemos su cercanía y amistad en nuestro peregrinar:
Nuestro Delegado Pontificio para la formación y Asistente para la Renovación de nuestras Constituciones, el Card. Gianfranco Ghirlanda, SJ, presidió la santa misa en Roma (Italia) recordando que «La solemnidad de la Inmaculada Concepción de María les es particularmente querida a ustedes, miembros del Sodalicio de Vida Cristiana, que se alimentan del ejemplo de María para su vida de plena dedicación al servicio de Dios y de la Iglesia. Además, este año concluye la celebración del 50° aniversario de la fundación del mismo Sodalicio. Esto tiene lugar en un camino de renovación que lleva ya algún tiempo en marcha. Renovación que, ciertamente, no consiste sólo en la renovación de las Constituciones, sino sobre todo en una renovación interior, a la que las Constituciones ayudan».
En Lima (Perú) nuestro hermano sodálite Mons. José Antonio Eguren, SCV, Arzobispo de Piura y Tumbes, quien nos invitó a «ser hombres de esperanza y no de desesperación, hombres de vida y no de la muerte, a ser personas, de que aún en medio de las pruebas cotidianas, no pierdan la alegría; firmemente fundados en la esperanza y en la fe sabiendo que la última palabra la tiene el Amor misericordioso del Padre, que en Cristo ha vencido al mal”. Mons. Eguren añadió “nunca hay que olvidar que somos una comunidad y una familia espiritual eminentemente apostólica. Les pido que no nos dejemos robar la esperanza ni la alegría de vivir. La Madre nos acompaña en nuestro peregrinar, nos orienta en medio de las esperanzas y desafíos, y nos consuela y alienta en nuestras pruebas y sufrimientos».
Mons. Raúl Chau, obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Arequipa (Perú) con alegría nos recordó que «queridos amigos del Sodalicio de Vida Cristiana, ciertamente estos 51 años de existencia en donde muchos han encontrado a Dios, se han sentido parte de la familia de la Iglesia y también algunos han sido golpeados y tal vez defraudados. Dios nunca falla, Dios nunca se equivoca. Los hombres podemos cometer errores, pecados horrorosos, pero nuestro buen Dios siempre está dispuesto como el Padre bueno de la parábola de la misericordia, a estrecharnos y darnos su perdón cuando nos arrepentimos de verdad».
En San José (Costa Rica), Mons. Vittorino Girardi, MCCI., Obispo emérito de Tilarán-Liberia, agradeció al Señor por el modelo y ejemplo de la Virgen Inmaculada resaltando que «en María hay cierta cierto carácter de infinitud porque tiene una relación única con la segunda Persona de la Santísima Trinidad. Dios llamó mamá a una mujer. ¿Cómo pensar que haya pecado original en ella? Con vista a los méritos de Jesús, Ella fue preservada del pecado original».
Mons. Fernando Antônio Figueiredo, OFM, obispo emérito de la diócesis de Santo Amaro, presidió la Eucaristía en São Paulo (Brasil) en la recordó que hace 30 años acogió a los sodálites en su diócesis por el carisma de apostolado especialmente con los jóvenes: «Pido a María Santísima que interceda por nosotros para que tengamos un corazón siempre abierto al Señor. Pido por los sodálites para que sean siempre ese signo de una presencia activa de Dios en el mundo junto a la juventud».