Retiro espiritual para profundizar en el Matrimonio en Lima
Para profundizar en el llamado de Dios al Sacramento, 11 matrimonios del Movimiento de Vida Cristiana (MVC) participaron de un retiro del 9 al 11 de septiembre en la Casa de Retiro de las Madres Mercedarias, en Lima, Perú.
Con el lema “El amor no pasa nunca”, el retiro se desarrolló a partir de la profundización de lo que significa el consentimiento matrimonial, de renovar la identidad como matrimonio llamado por Dios a la santidad y poder reconocer su misión en la Iglesia como evangelizadores y apóstoles ante un mundo que ya no cree en la verdad del amor.

Nuestro hermano el P. Juan Carlos Quiñe compartiendo una reflexión sobre el Matrimonio como sacramento
La primera charla fue dada por nuestro hermano el P. Juan Carlos Quiñe quien resaltó la importancia de la vocación en el sacramento como un don y un servicio. También habló de cómo Dios opera por medio de su gracia para hacer posible vivirla, ya que ésta enfrenta muchas dificultades como toda vocación que está expuesta a la realidad del pecado.
El P. Juan Carlos también administró el Sacramento de la Reconciliación a los matrimonios. Asimismo, los participantes del retiro contaron con el apoyo de nuestro hermano el Diácono Diego Cano, quien dirigió la Adoración al Santísimo Sacramento la noche del sábado.
El retiro contó con charlas, liturgias, momentos de oración y diálogo que propiciaron hermosas situaciones de reconciliación personal ante Dios y entre los propios esposos. Todos los matrimonios coincidían en cómo es necesario un espacio espiritual para dialogar como pareja, escuchando al Señor, de sus dificultades y cómo en el día a día solo con la ayuda del Señor es posible salir adelante
El retiro concluyó con la participación de la Santa Misa en la Parroquia Nuestra Señora de la Reconciliación.
«Por nuestra parte han sido momentos muy profundos de oración, escucha, meditación, abrir los ojos ante mis errores y perdón», nos cuentan Raúl e Ingrid Somocurcio, matrimonio que participó del retiro, quienes esperan que los frutos del retiro «no dejemos apagar esa llama que el Señor ha vuelto a encender en nuestros corazones».
Pía Galiano y Jorge Sarmiento, matrimonio participante del retiro destaca que están «muy agradecidos de haber asistido. Ha sido un espacio para hacer una pausa en el día a día, encontrarnos con Dios, mirar hacia adentro de nuestra familia y renovar nuestros votos matrimoniales y anhelo de santidad como matrimonio en medio del mundo».