Sodálites sacerdotes se reúnen en Colombia
Desde el martes 11 al sábado 15 de julio, se llevó a cabo el Encuentro de Sacerdotes del Sodalicio de Vida Cristiana en la acogedora Villa de Sales, de los Salesianos, ubicada en Copacabana, Colombia. Bajo el lema “Os daré pastores según mi corazón, que os apacienten con conocimiento y prudencia” (Jer 3,15), 36 hermanos nuestros, dos de ellos diáconos en camino al sacerdocio, participaron en esta enriquecedora experiencia.

El evento, organizado por el Departamento de Espiritualidad del Sodalicio, a cargo del P. Marcello Carrillo, tuvo como propósito principal compartir momentos de oración comunitaria, centrados principalmente en la concelebración de la Eucaristía y el rezo de la Liturgia de las horas, así como espacios de reflexión, diálogo y formación.
También participó del Encuentro el Superior General, José David Correa, quien compartió algunas reflexiones sobre la vida y misión del Sodalicio, así como también del ministerio de los sodálites sacerdotes.
Durante estos días, hubo momentos formativos, donde el sodálite José Alfredo Cabrera presentó el tema de la formación permanente en el Sodalicio, mientras que el P. Ángel Pérez, Vicario del Clero de la Arquidiócesis de Denver, ofreció reflexiones sobre el sacerdote como hombre de la caridad.

Testimonios de sacerdotes: “Se respiró un ambiente de confianza, fraternidad y esperanza”
El P. Carlos Zamalloa, quien tiene poco más de siete meses como sacerdote, destacó la importancia de encontrarse con Dios en la Eucaristía y la oración compartida con sus hermanos sacerdotes. Además nos compartió que las reflexiones del P. Ángel lo inspiraron a cuestionarse sobre cómo ser un buen sacerdote.
“Fue muy testimonial para mí ver las distintas generaciones compartiendo juntos nuestra vocación. Se respiró un ambiente de confianza, fraternidad y esperanza al ver cómo el Señor va dando pastores a su mies y nos invita a custodiar el tesoro de nuestra vocación y servicio en vasijas de barro y así experimentar cómo su Gracia nos basta, pues en nuestra pequeñez y fragilidad se manifiesta su fuerza” agregó.
Por otro lado, el P. Luis Troya compartió que la experiencia de encuentro y comunión fue lo que más le renovó, “comunión que estuvo centrada en la Eucaristía y en la liturgia. Eso me ayudó muchísimo para que la invitación de fondo del espacio de formación pudiera tener más acogida en mí; invitación a crecer en la caridad teniendo a Dios como Primer Amor”, dijo.
Desde la oración compartida hasta las valiosas conferencias, este Encuentro ha sido un espacio de crecimiento y renovación espiritual, así como de reflexión comunitaria que esperamos aliente la labor de nuestros hermanos sacerdotes según el corazón de Dios en sus respectivas comunidades y misiones apostólicas. ¡Recemos por los frutos!